Otra vez llega el frío

Esto es sólo el comienzo, pero ya va cogiendo forma

Ya ha llegado el frío. Ahora el producto de verano ya desaparece del campo y hay que esperar un poco a que salga el de invierno. Tenemos alcachofas ya, pero pocas, gracias sobre todo, al exquisito paladar de los vecinos de los alrededores que vienen a honrarnos con su presencia cuando no estamos en la huerta. No sabemos si colgar un cartel a la entrada del camino, para que tengan a bien pasar a tomarse un café con nosotros y así tendremos el placer de conocerles.

En cuanto a las habas, la planta aún está pequeña, pero el año pasado sacamos un montón y muy sabrosas, con lo que esperamos repetir el éxito este año, aunque quizás plantemos algo menos y así podremos dedicar más esfuerzos a otros productos, porque el año pasado cuando a alguien le ofrecías habas, al final hasta te echaba una maldición gitana.

Los repollos también están ahí, canijillos aún, pero este año no vamos a dejar de sacar repollos tampoco, que somos así de cansinos.

Las acelgas están ya en el plantel, en cuanto crezcan un poquito, las plantaremos en su meseta; así que los aficionados al arroz caldoso, pronto podrán disfrutar de ellas, sin pasarse tres pueblos ingiriendo nitratos, que eso siempre está bien, pero para envenenarse, cada uno ya tiene sus propios vicios sin necesidad de que le metan más cositas por la cara.

Y como  hace más frío, hemos comenzado a reconstruir la chimenea de la caseta aprovechando que el huerto pide un pelín menos de faena..Cuelgo una fotito de la susodicha para que veáis que somos muy apañaos.

Y no hay mes de noviembre sin que el Ayuntamiento se acuerde de nosotros. Nos recuerdan que somos unos millonarios excéntricos que trabajamos el campo por capricho y por eso hemos de mantener a los pobres concejales y demás buenas gentes del Consistorio mediante IBI urbano (por ese pedazo de Chalet que tenemos), IBI Rústico (es lo que tiene ser latifundista); recogida de Basuras (que eres tú el que las llevas en tu coche al contenedor que está a 1 km) y tratamiento de Basuras (a la basura en Chiva la tratan de Usté, por eso se paga un montón por ello). En fin, que como siempre, intentaremos apretarnos un poco para seguir adelante con este proyecto..

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MERCADOS

Genial la organización del mercado de productores de Alacuás

En La Huerta de Pepita hemos decidido empezar a acudir a los mercados. Es una forma de poder ofrecer a más personas nuestra mercancía y al mismo tiempo darnos a conocer entre posibles clientes, productores y gente afín a nosotros. Hace dos semanas estuvimos en el mercado de productores de Alacuás y este domingo pasado en Albal. 

Es una experiencia nueva para nosotros pero de momento está siendo muy positiva, porque vemos la buena acogida que tienen las iniciativas ecológicas como la nuestra y el acercamiento de la gente a estos productos de cercanía que ya se estaban perdiendo. 

 Es agradable también cuando hablas con gente mayor que se acerca al puesto y te cuentan como le suelen comprar las verduras a un vecino que tiene el huerto por allí y no usa fertilizantes artificiales. Es cuando te das cuenta de que a veces a "los mayores" hay que darles la razón, porque saben apreciar el producto final de un tipo de agricultura que no debe perderse. 

Al final, no se trata sólo de vender, también se trata de que no se eche a perder lo que ha sido un pilar tradicional de la economía valenciana durante muchos años, y además hacerlo a gusto, con convicción, que es como salen bien las cosas. 

Para las personas que salen a pasar una mañana de sábado o de domingo y se encuentran con que pueden comprar productos recién cogidos de la huerta a precios razonables y de agricultura ecológica tambien resulta una sorpresa agradable, creo que ganamos todos. ¿O no?.

Allí os esperamos ;-)

COSAS QUE HEMOS IDO HACIENDO

Como el huerto en invierno va un poco más "lento" hemos aprovechado para ir haciendo algún trabajito en la casa con el objetivo de ir por un lado acondicionando un poquito más el sitio (aunque nos queda tel marinera) y por el otro poder ser más independientes haciendo nuestros plantones. Para lo primero hemos hecho lo mismo que hizo Bill Gates pero sin forrarnos, hemos puesto..WINDOWS¡¡¡ Bueno, realmente hemos puesto cristales en las windows esas, pero si no hago el chiste bobo facilón me da algo..Para muestra un botón..



Por lo menos ya no es "el palacio de las corrientes de aire", no?



Además, pensando en hacer nuestros propios plantones, hemos contratado a dos ingenieros agrónomos, un arquitecto de Harvard (bueno, era de Harbacete), un aparejador, dos técnicos de hidráulica, un ingeniero de senderos y  caminos y un niño que pasaba con la bici y se paró a mirar y hemos construído un semillero o cama caliente, para poder hacer planteles con nuestras semillas en condiciones



Ya lo dice el refrán, todo yogourt hace pared



Y mientras tanto, el huerto va dando sus cositas..No es como en verano, pero hace su papel...Poquet a poquet....

Otra vista del huerto..



DEBATES ENTRE AMIGOS



El otro día, fuimos a visitar a otro huerto amigo, y surgió una discusión espontánea que me pareció muy interesante. Como el que avisa no es traidor, les dije a mis compañeros y a nuestro amigo que parte de esta conversación iría a parar al blog. El motivo de llevarlo aquí, es simplemente que puso sobre la mesa varias cosas que me hicieron reflexionar.

El planteamiento de hacerse con la etiqueta ecológica, aparte de los trámites necesarios que son engorrosos,  fue el inicio del debate. La primera pregunta que había que hacerse era: ¿Para qué sirve una etiqueta ecológica?. Obviamente, si queremos vender en comercios, nos la van a pedir. Es una forma de que haya una trazabilidad sobre el producto que demuestre que ha sido cultivado de determinada forma para tranquilidad del consumidor que lo recibe en una tienda.

Ahora bien, nosotros no queremos vender en tiendas, nuestro objetivo es vender directamente, al consumidor de confianza que muchas veces nos conocerá personalmente y se sentirá implicado en el proyecto (eso buscamos) y será consciente de que no sólo compra verduras, si no, que está defendiendo un modo de vida distinto.

Entonces surgió el tema de la etiqueta alternativa. En determinados círculos, se ha empezado a hablar de crear una etiqueta “propia” para nuestro tipo de consumidores, y aquí surgió la segunda parte del debate. ¿Si creas una etiqueta no estás partiendo de una base de desconfianza hacia el productor?.

Yo personalmente, nunca he sido muy de etiquetas, porque pienso que muchas veces son nada más que un mero trámite de cara a la galería para decir, “mira que bueno soy” pero seguro que habrá opiniones mucho más dispares y quien me corrija y me diga que estoy totalmente equivocado.

Por eso también, quería plasmar esto sobre el papel, porque creo que estas discusiones dan lugar a un debate abierto que quizás pueda ayudarnos a todos a entender lo que estamos haciendo y las implicaciones que conlleva tanto para el consumidor de nuestros productos como para los productores.

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UN POCO DE RELAX POR FAVOR

Una parte muy importante de la población vive el día a día con prisas. Es lo habitual en la sociedad moderna. Los horarios de trabajo, los compromisos familiares e incluso el ocio nos hacen tener todas las horas del día ocupadas, provocando muchas veces un agotamiento mayor del que nuestro propio organismo está dispuesto a soportar.

Nos han enseñado a cumplir con horarios. El reloj nos marca el día a día. La empresa te pide que cumplas un horario, tu familia te exige también tiempo. Tus relaciones sociales si quieres mantenerlas también te lo van a exigir. ¿De dónde estamos dispuestos a robar el tiempo?. Obviamente, jugamos siempre al engaño con esto, lo quitamos de donde creemos que menos nos va a perjudicar. Lo quitamos del tiempo para comer, del tiempo de relajarnos, del tiempo de detenernos a mirar. ¿No nos estamos perdiendo algo?.

Salimos de trabajar y tenemos que fichar en el gimnasio, salimos del gimnasio y tenemos que ir a comprar...Bueno, ¿y si un día te pelas el gimnasio y te tomas una cerveza?¿Crees que te va a sentar mal?¿Estás seguro?. A veces el cuerpo nos pide a gritos romper la rutina, por algo será..

A veces hay que saber hacer las cosas despacio. Dedicar ese tiempo a hacer actividades despacio, nos ayuda a relajarnos. Preparar la cena, o incluso la comida del día siguiente puede ser una actividad relajante. Sólo tenemos que olvidar el reloj. Estar cansado no es sinónimo de no tener estrés. Dedicar un tiempo a mirar lo que hacemos con cierto "cariño" nos ayudará a volver al estado de relajación que necesita el cuerpo y la mente después de un día ajetreado. Al final todo repercute en nuestra salud y eso se agradece. Mayor calidad de vida.

El hecho de formar parte de un grupo de consumo, no sólo consiste en comprar. Consiste en apreciar ese tiempo como algo útil, algo que te das para tí. Comprar se convierte en algo social, humano, entretenido. Es algo que se perdió hace mucho, cuando todos empezamos a entrar y salir lo más rápido posible del supermercado. Recomiendo probarlo, una vez a la semana creo que no está mal. Un día sin prisas, atrévete a engañar al tiempo.

LAS NO TAN MALAS HIERBAS

El otro día, un compañero del huerto me invitó a ver un vídeo de un señor que hablaba sobre las "malas hierbas" que a menudo nos encontramos en nuestro huerto. Este señor, llamado Josep Pamies en un agricultor catalán, que cambió hace bastantes años de hacer agricultura intensiva y comenzó a hacer agricultura ecológica. En este video nos muestra que no todas las hierbas que encontramos en las tierras de cultivo tienen porqué ser dañinas, al contrario, muchas de ellas nos pueden ayudar, aunque para ello hay que reconocerlas bien. Lo comparto en este blog, porque creo que aporta información muy interesante y un punto de vista distinto a lo que estamos acostumbrados a ver y leer.

http://www.youtube.com/watch?v=7QpBzHsyrKo

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